Esta propuesta pretende activar la zona e integrar el mercado con el solar colindante al barrio.  

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Liberando el edificio de su macizo, encontramos la pureza. Al agregar tragaluces lineales a las cúpulas y usar una celosía transpirable para los muros de la fachada, la transición a la construcción pasiva se completa. ​Volumen y vacío interactúan y se retroalimentan con el nuevo mercado.

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